La Ilustración y lo popular en el teatro
UN TEATRO PARA EL PUEBLO, ENTRE LA ILUSTRACIÓN Y EL SOCIALISMO es un compendio histórico de la evolución del teatro popular e ilustrado a los largo de tres siglos.
En ella se contextualiza la importancia del teatro en la sociedad europea del S XVIII, los avances que se produjeron a lo largo del Romanticismo y su importancia como herramienta política, para finalizar en las vanguardias francesas y españolas del S XX.
Su autor Iñigo de Yrizar Velasco es un referente obligado en el grupo de trabajo de la Delegación: licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y Sociología rama de Antropología Social, por la Universidad Complutense de Madrid, trabajó muchos años en el grupo RTVE.
Su Lección de Ingreso versó sobre la obra de Oteiza y el vínculo entre el muro y el popular frontón.
Evolución de lo popular en el teatro
En la obra UN TEATRO PARA EL PUEBLO, ENTRE LA ILUSTRACIÓN Y EL SOCIALISMO, se desgrana la relación entre Ilustración y la cultura popular: la entelequia del teatro como herramienta de mejora de la sociedad que tantas líneas ocupó en Rousseau y Diderot.
No se olvida Iñigo de Yrizar de nuestros ilustrados como Gaspar Melchor de Jovellanos, que hiciera un viaje por el País Vasco, y por supuesto el Conde de Peñaflorida, autor dramático y compositor de la obra «El borracho burlado» .
La evolución burguesa del S SXIX daría lugar al teatro verdaderamente popular y el Romanticismo es la antesala al teatro patriótico de principios del S XX.
Teatro de vanguardia del S XX
Ya a comienzo del S XX se producen la revoluciones obreras de todos conocidas e irrumpen vanguardias teatrales en Francia (TNP) y España, que traen nuevas experiencias como las Misiones Pedagógicas y La Barraca, popularizada por el poeta García Lorca.
Llegados a nuestros días el autor se pregunta hacia dónde van las tendencias de vanguardia y qué hacer a día de hoy.
Querido Íñigo de Yrizar, con muchas ganas de leerlo. Suena apasionante. Un abrazo y enhorabuena.
He leido tu «Un teatro para el pueblo» y he aprendido mucho que yo no sabía. Un abrazo
María José